Hacemos una escapada a Navarra, uno de los lugares que más nos gustan de toda España. Y es que Navarra es naturaleza en estado puro, paisajes de infarto, cascadas, desfiladeros, cuevas y ríos. Pero también es riqueza histórica, patrimonial, cultural y gastronómica porque aquí hay ciudades y pueblos inolvidables, celebran los archifamosos Sanfermines, y, por si esto fuera poco, se come de escándalo. Lo dicho, esta comunidad lo tiene todo. Sin más, vamos a descubrir los pueblos más bonitos de Navarra.
Queremos compartir con vosotros nuestra fascinación por esta comunidad autónoma, por eso, en este post os proponemos un recorrido por los pueblos con más encanto de Navarra. Ya sea el pintoresco casco antiguo de Estella, las majestuosas murallas de Viana, el aire medieval de Olite o la serenidad de Ochagavía, cada uno de ellos tiene algo especial, se enorgullecen de su cultura y tradiciones, y ofrecen además de su belleza arquitectónica y paisajística una deliciosa gastronomía que os permitirá saborear los sabores auténticos de la tierra. ¿A que apetece? Pues si estáis preparados, ¡nos vamos a Navarra!
Siempre lo decimos pero no está de más repetirlo. Este artículo es completamente subjetivo pues está basado en nuestra experiencia personal. Decimos esto porque seguro que hay otros tantos lugares con mucho encanto que merecerían formar parte de este post. Nuestra única intención es ofreceros una pequeña introducción por Navarra y que después seáis vosotros los que descubráis el resto. Ahora si, ¡comenzamos!
Tabla de Contenidos
1. Sangüesa
Sangüesa, uno de los pueblos más bonitos de Navarra, ubicado estratégicamente en la confluencia de los ríos Aragón y Arga, cuenta con un rico patrimonio histórico y una arquitectura impresionante. La iglesia de Santa María la Real es la auténtica joya de la localidad pero no la única. No nos olvidamos de la preciosa iglesia de San Salvador, del siglo XIII, situada junto a la muralla y la iglesia de Santiago, importante lugar de peregrinación en el Camino de Santiago.
Un paseo por sus calles empedradas y sus casonas de piedra nos lleva al Palacio Príncipe de Viana, construido como residencia de los monarcas navarros, a la belleza barroca del Palacio Ongay-Vallesantoro y al Palacio de Añués, de finales del siglo XV. A pocos kilómetros de distancia, podéis descubrir el Monasterio de Leyre, que se erige en un entorno natural espectacular, en la sierra del mismo nombre.
2. Olite
En el centro de la región, llegamos a otro de los pueblos con más encanto de Navarra, Olite, atraídos por su riqueza arquitectónica y patrimonial, y sobre todo por su impresionante Palacio Real, una joya gótica levantada sobre una fortaleza del siglo XIII que fue residencia de los reyes navarros, y que parece un castillo sacado de un cuento de princesas. Sus imponentes torres, sus almenas y sus jardines evocan la grandeza y el esplendor de épocas pasadas y consiguen crear una atmósfera medieval que se respira en toda la población.
Paseamos por su casco antiguo tomando como punto de partida la plaza de Carlos III el Noble, el corazón de la villa. Así descubrimos uno de los tesoros de Olite, la iglesia de Santa María la Real, unida al Palacio Real, cuyas influencias francesas hacen que su fachada se asemeje a la de Notre Dame de París. También la iglesia de San Pedro, que se comenzó a construir en el siglo XIII. Por último, destacar la Torre del Chapitel con su característico reloj de campana.
3. Ujué
Y nos vamos a Ujué , una verdadera joya medieval llena de encanto, que se merece ser considerado uno de los pueblos más bonitos de Navarra. El Santuario-Fortaleza de Santa María de Ujué, una imponente iglesia fortificada, es el principal atractivo de la localidad. Alberga en su interior la imagen de Santa María de Ujué, que data de 1190, a cuyos pies un arcón contiene el corazón del rey Carlos II de Navarra, cumpliéndose así su última voluntad.
Su estratégica situación en la cima de una montaña, en la sierra de Ujué, lo convierten en un maravilloso mirador desde el que hay vistas panorámicas impresionantes de los alrededores. De todas formas, lo más especial de Ujué es la atmósfera medieval que impregna toda la población, así que nuestra recomendación es que paseéis con tranquilidad por sus calles y la descubráis por vosotros mismos, ¡os va a encantar!.
4. Roncal
Nuestra ruta por los pueblos más bonitos de Navarra nos lleva al valle del Roncal donde nos espera Roncal, Erronkari en euskera, una tierra de gran belleza natural y enorme riqueza cultural. Aquí se han sabido conservar las costumbres y las tradiciones, entre ellas la elaboración del famoso queso Roncal, un delicioso producto artesanal que tenéis que probar si o si en cualquiera de las tiendas y queserías locales.
En cuanto al patrimonio histórico y cultural de El Roncal hemos de destacar la iglesia de San Esteban, una joya del románico del siglo XIII. En la plaza principal de la villa se erige la estatua de Julián Gayarre, el famoso tenor navarro, en cuya casa natal se ha creado la Casa-Museo Julián Gayarre. Para obtener una visión más amplia de la historia y cultura de la región, resulta muy interesante el Museo Etnográfico del Valle del Roncal. Y para completar la visita, daros una vuelta por el barrio del Castillo, que rezuma encanto con sus estrechas calles y sus casas de piedra.
5. Tudela
En pleno corazón de la región descubrimos un auténtico tesoro, Tudela, uno de los pueblos más bonitos de Navarra. Situado a orillas del río Ebro, es la segunda población en importancia tras la capital. El centro neurálgico de la villa y lugar de reunión preferido de tudelanos y visitantes es la plaza de los Fueros, presidida por la Casa del Reloj. Desde aquí, y después de tomarnos algo en cualquiera de sus terrazas, podemos iniciar nuestra visita a Tudela.
El principal monumento de Tudela es la imponente catedral de Santa María, levantada sobre la antigua Mezquita Mayor. En su exterior destacan sus tres puertas de acceso, sobre todo la puerta del Juicio, y la Torre Nueva, un emblema de la ciudad. En su interior no os perdáis el espléndido retablo mayor, la talla policromada de la Virgen Blanca, del siglo XII, y la capilla de Santa Ana.
Además de la catedral, la ciudad de Tudela cuenta con otros ejemplos sobresalientes de arquitectura religiosa. Es el caso de la iglesia de Santa María Magdalena, con una portada puramente románica y un precioso pantocrator, la iglesia de San Jorge, antigua iglesia barroca del convento de los Jesuitas, o la iglesia de la Enseñanza, coronada por una bellísima cúpula con linterna.
6. Estella
Nos vamos a la parte más occidental de la región a conocer Estella, Lizarra o Estella-Lizarra. Atravesada por el río Ega, la ciudad atesora una rica historia en la que sus pobladores, vascones, francos o judíos, han ido dejando su huella. De hecho llegó a acoger la tercería judería más importante de Navarra. La iglesia de San Pedro de la Rúa y el palacio de los Reyes de Navarra, también conocido como palacio de los Duques de Granada de Ega, reflejan la riqueza arquitectónica de uno de los pueblos más espectaculares de Navarra.
Pero hay mucho más que ver en Estella. Paseando por la villa descubrimos el antiguo Palacio de Justicia y antiguo Ayuntamiento, en la actualidad Oficina de Turismo, y la preciosa fachada del palacio de San Cristobal. En la plaza de los Fueros nos aborda la iglesia de San Juan, y nos sorprende la portada del Evangelio, la auténtica joya de la iglesia de San Miguel. De factura más reciente es la basílica del Puy, patrona de la ciudad. Además, Estella cuenta con una ubicación privilegiada, rodeada de hermosos paisajes naturales como el Parque Natural de Urbasa y Andía, a poca distancia.
7. Ochagavía
Nuestra próxima parada nos lleva al valle de Salazar, al norte del cual nos espera uno de los pueblos más bonitos de Navarra. Y es que Ochagavía es la típica población del Pirineo navarro. Preciosa es la imagen con que nos recibe, el santuario de Muskida, en la cima de la montaña, la torre de la iglesia de San Juan Evangelista y el puente de piedra sobre el río Zatoia. Un pueblo lleno de encanto por su arquitectura tradicional y la belleza del entorno natural que lo rodea.
Y es que Ochagavía ofrece numerosas oportunidades para disfrutar de la naturaleza. Rodeado de montañas, la especial ubicación de la localidad lo convierten en un punto de partida ideal para practicar senderismo, realizar rutas en bicicleta y explorar parajes naturales como la selva de Irati, uno de los bosques más extensos de Europa, donde ríos y cascadas nos sorprenden entre hayedos. Nuestra recomendación es que no os la perdáis, ¡es espectacular!
8. Elizondo
Uno de los parajes más sugerentes de Navarra es el valle del Baztán, cuyo centro neurálgico se encuentra en Elizondo, su capital. El corazón de la villa se localiza en la plaza de los Fueros, donde se ubica el Ayuntamiento del valle. Un paseo por el pueblo nos descubre numerosas casonas con sus escudos nobiliarios y, entre ellas destaca, el palacio de Arizkunenea, actual Casa de Cultura. También sobresale la iglesia de Santiago, con sus dos torres, una es la original, la del reloj bajo el campanario, y la otra es una réplica..
Elizondo destaca como uno de los pueblos más bonitos de Navarra, gracias a su arquitectura tradicional, su rica historia y, por supuesto, la belleza de los paisajes que la rodean. Y es que el valle del Baztán, además de pueblos encantadores, nos ofrece un patrimonio natural impresionante en el que tienen cabida ríos, cascadas y cuevas, como la cascada de Xorroxin o las cuevas de Urdax. Y la posibilidad de realizar actividades al aire libre y practicar deportes de aventura, hay numerosos senderos y rutas perfectamente señalizadas.
9. Roncesvalles
Roncesvalles, Orreaga en euskera, es uno de los pueblos más bonitos de Navarra y un lugar de enorme importancia histórica y espiritual. Situado en los Pirineos occidentales, es conocido por ser el punto de partida del Camino de Santiago francés y por su asociación con la legendaria batalla de Roncesvalles. Este es un enclave único para los peregrinos, un lugar donde parece que se ha detenido el tiempo.
Imprescindible es la visita a la colegiata de Santa María, un impresionante edificio cuyo origen se remonta al siglo XIII y que constituye el mejor ejemplo del gótico en Navarra. Aquí se respira misticismo. Por otro lado, es el momento de explorar los alrededores de Roncesvalles, la belleza única de los alrededores. Podéis disfrutar de vistas de escándalo desde algunos de los suaves montes de los Pirineos como Lindux, Ortzanzurieta o el alto de Ibañeta. Y si os va el senderismo, hay bosques de robles y hayas por doquier, perfectos para perderse.
10. Viana
Nuestro viaje por los pueblos más bonitos de Navarra nos lleva a nuestra última parada,Viana. Situado en la ribera del río Ebro, este encantador pueblo amurallado atesora una rica historia, no en vano, fue fundado allá por 1219 por el rey Sancho el Fuerte con el fin de defender Navarra de la poderosa Castilla. Desde la plaza de los Fueros, presidida por el majestuoso edificio gótico del Ayuntamiento paseamos por la población empapándonos de su ambiente medieval. Aunque la joya de Viana es la imponente iglesia de Santa María de la Asunción, de estilo gótico con elementos barrocos y renacentistas.
No os perdáis a los pies de su espléndida fachada renacentista una sencilla lápida de mármol recuerda que aquí se halla la tumba de César Borgia, el hijo natural del papa Alejandro VI, que falleció en la población en 1507. Aunque se halle en estado ruinoso merece la pena acercarse a la iglesia de San Pedro, que fue un magnífico templo gótico del siglo XIII, el primero que se levantó en la villa. Y junto a ella, los jardines de Serrat se convierten en un magnífico mirador desde el que se disfruta de unas vistas excepcionales de los alrededores.
Aquí os dejo un mapa con todos los pueblos de Navarra que os recomiendo. Como podéis ver, se encuentran diseminados por toda la geografía navarra. De todas formas, os lo dejo por aquí por si queréis organizar una rutita y visitarlos.
Pues es bastante difícil tomar una decisión. Uno de los más bonitos es, sin duda alguna, Ochagavía. Otro de mis favoritos es Estella. ¡Ese puente medieval, su casco antiguo repleto de callejuelas! Para morir de amor. Tampoco me puedo olvidar de Olite, con ese impresionante palacio medieval de estilo gótico. ¡Una obra maestra!
Pues la realidad es que Navarra, además de una de las zonas más desconocidas de toda España, tiene también una colección de pueblos con encanto que son una auténtica maravilla. Sangüesa, Olite, Ujué, Roncal, Tudela, Estella, Ochagavía, Elizondo, Roncesvalles o Viana son solo algunos de los más bonitos.
Pues creo que hay pocas dudas en decir que el pueblo más bonito del valle del Baztán es Elizondo, con una arquitectura tradicional absolutamente maravillosa y unos alrededores, repletos de naturaleza, que invitan a la tranquilidad y el descanso. ¡Es increíble!
Pues hemos llegado al final de nuestro recorrido por los pueblos más bonitos de Navarra, auténticas joyas que reflejan la belleza y la riqueza de esta región. Desde la arquitectura medieval hasta los paisajes naturales impresionantes, cada uno de sus rincones de ofrece una experiencia única que cautiva los sentidos y toca el corazón. Esta combinación de historia y paisajes, arte y naturaleza nos entusiasma y nos hace querer volver siempre
Ya sea que os aventuréis en la majestuosidad de Roncesvalles, os perdáis por las estrechas calles de Sangüesa, os maravilléis con las vistas de la Foz de Lumbier o simplemente os dejéis llevar por la serenidad de Ujué, encontraréis una riqueza cultural y un patrimonio histórico que hablan de siglos de tradición y pasión. Y hay muchos más lugares que ver en Navarra que podéis ir descubriendo en el post que le hemos dedicado. ¡Os esperamos!
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