Flanqueada por las montañas de los Alpes austriacos, Innsbruck (Austria) es una auténtica joya arquitectónica y monumental. Orgullosa de su esplendoroso pasado imperial y celosa de su cultura y su patrimonio, la capital del Tirol deleita a los turistas con un casco antiguo muy colorido repleto de detalles medievales y con una historia densa y nutrida de acontecimientos. Saca la cámara y toma nota porque los 11 imprescindibles que ver en Innsbruck en dos días te van a dejar con ganas de visitarla.
Comienza tu visita en Innsbruck cruzando el Triumphpforte, un arco del triunfo del siglo XVIII que te da la bienvenida al Altstadt, el casco antiguo de la ciudad. Una vez allí, el Hofkirche, que alberga un imponente cenotafio construido para albergar los restos de Maximiliano de Austria, el Tejadillo de Oro y la columna de Santa Ana se llevan todos los aplausos. Eso sí, no te olvides de levantar la cabeza, porque en las montañas que escoltan Innsbruck encontrarás una de las estampas más pintorescas de la ciudad. Por si esto fuera poco, los jardines de Swarovski y el palacio de Ambras convierten a la ciudad austriaca en uno de los destinos más sobresalientes de toda Europa.
¡Ven a descubrir con nosotros las mejores cosas que ver en Innsbruck!
Tabla de Contenidos
- Qué ver en Innsbruck en dos días: 11 imprescindibles
- 1. Hofkirche, el primer lugar que ver en Innsbruck
- 2. El palacio de Ambras
- 3. El museo estatal del Tirol
- 4. El Tirol Panorama
- 5. El Tejadillo de Oro
- 6. Los mundos de cristal Swarovski
- 7. El Hofburg
- 8. El arco del Triunfo
- 9. La ciudad vieja de Innsbruck (Altstadt)
- 10. La catedral de Santiago
- 11. El Bergisel Ski Jump
Qué ver en Innsbruck en dos días: 11 imprescindibles
Las mejores cosas que ver en Innsbruck en dos días son:
- Hofkirche
- El palacio de Ambras
- El museo estatal del Tirol
- El Tirol Panorama
- El Tejado Dorado
- Los mundos de cristal Swarovski
- El Hofburg
- El arco del Triunfo
- La ciudad vieja de Innsbruck (Altstadt)
- El Bergisel Ski Jump
- La catedral de Santiago
1. Hofkirche, el primer lugar que ver en Innsbruck
Probablemente uno de los monumentos más importantes que ver en Innsbruck, la esplendorosidad de la Hofkirche queda patente nada más visitarla por fuera. Situada en la ciudad vieja de la ciudad (Altstadt), fue levantada a finales del siglo XVI siguiendo un estilo neogótico tardío propio de la zona y de la época en honor al abuelo del entonces emperador, Maximiliano I de Habsburgo. Quizás lo más interesante provenga de su interior, que alberga un amplio cenotafio construido para albergar los restos de Maximiliano – aunque finalmente se llevaron a Wiener Neustadt – formado por un total de 28 figuras de bronce que representan antepasados, héroes y familiares del emperador (entre ellos Fernando I de Aragón o Juana de Castilla). ¡Una pasada!
2. El palacio de Ambras
El palacio de Ambras está situado en las afueras de la ciudad (se puede llegar fácilmente en tren y autobús) y se trata de una antigua fortaleza de estilo renacentista que sirvió de residencia para el famoso archiduque Fernando II. En su interior alberga una extensa colección de armas, esculturas, armaduras y obras de arte, así como un conjunto de estancias con frescos tiroleses y salas renacentistas, como el Salón Español – una auténtica maravilla – o el baño de Philippine Welser, esposa del archiduque Fernando.
Está abierto todos los días de 10:00 a 17:00 y los precios de las entradas no son asequibles: en temporada alta, 16 euros los adultos y una tarifa reducida de 8 euros; en temporada baja, 12 euros los adultos y 9 euros la tarifa reducida.
3. El museo estatal del Tirol
Si eres un amante de la historia y de los museos y te quieres empapar a fondo del pasado más antiguo y también más cercano de la región, el Tiroler Landesmuseum – también conocido Ferdinandeum – es una visita que no te puedes perder en Innsbruck. Alberga una vasta colección dividida en diferentes bloques (arqueología, historia del arte, artes gráficas, historia, música o ciencia) que abarcan un periodo de tiempo desde la Edad de piedra a la actualidad y siempre relacionado con la cultura y la historia tirolesa. Además, si te gustan los pintores de la escuela neerlandesa, dispone de una destacable colección con obras de Rembrandt o Franz Defregger.
Está abierto de martes a domingo de 10:00 a 18:00. Se puede sacar un billete combinado por 12 euros (y una tarifa reducida de 9 euros) que incluye la visita a los cinco museos estatales del Tirol. Si no quieres entrar, simplemente puedes admirar la preciosidad de su edificio exterior.
4. El Tirol Panorama
Bastante transgresor en su puesta en escena, el Tirol Panorama es uno de los museos más visitados de todo Innsbruck y pertenece al conjunto de galerías de arte públicas de la ciudad. Fue inaugurado en el año 2010 y en su interior alberga un cuadro de 360 grados en el que se representa la famosa batalla del Bergisel de 1809 – clave en el nacionalismo tirolés – en la que rebeldes y mercenarios tiroleses se enfrentaron a las tropas del entonces emperador de Francia, Napoléon I. Es un lugar ideal para adentrarse en la historia tirolesa y, además, obtener unas vistas fabulosas de la ciudad.
Está abierto de miércoles a lunes de 09:00 a 17:00. A pocos metros se encuentra el museo Kaiserjäger, que también ofrece un recorrido muy interesante por el pasado de Innsbruck.
5. El Tejadillo de Oro
El Tejadillo de Oro es uno de los lugares más importantes que ver en Innsbruck; una de esas visitas que no pueden faltar en la ciudad. Localizado en pleno centro de la ciudad, se trata de una estructura formada por más de 2600 tejas de color dorado que adornan uno de los balcones de la ciudad. Su origen se remonta al siglo XVI, cuando fue levantado para conmemorar la boda del emperador Maximiliano I con Blanca Maria Sforza. A su vez, en la balaustrada podréis apreciar un conjunto de escudos de armas que representan los territorios de los que Maximiliano era emperador, así como diferentes relieves y frescos de la época.
6. Los mundos de cristal Swarovski
Roza la banalidad recomendaros un lugar como los mundos de cristal Swarovski habido cuenta del conjunto patrimonial y arquitectónico tan destacado con el que cuenta Innsbruck, pero creedme cuando os digo que ciertamente es un lugar que merece la pena. Situado en la ciudad de Wattens – en la que fue fundada y tiene su sede la empresa austriaca, el Swarovski Kristallwelten fue abierto en el año 1995 para celebrar el 100 aniversario de la marca y dar a conocer sus productos. Se puede llegar a él muy fácilmente en tren (desde Innsbruck son unos 20 minutos) y es un lugar bastante curioso en el que podéis visitar un teatro, una nube de cristal, una piscina de espejos o diferentes cámaras de las maravillas.
Está abierto de lunes a domingo de 10:00 a 19:00 – con una última entrada a las 18:00 – y la entrada tiene un precio de 19 euros – 6 euros en el caso de niños y adolescentes.
7. El Hofburg
Considerado uno de los edificios arquitectónicos más importantes de toda Austria, el Hofburg – que no debe ser confundido con el Hofburg vienés – es fantástico palacio perteneciente a la antigua dinastía de los Habsburgo construido a mediados del siglo XV por el archiduque Segismundo y reformado tres siglos más tarde siguiendo las directrices de María Teresa I de Austria. De estilo barroco, de su exterior nos quedamos con su fachada blanca y sus torreones verdes, mientras que en su interior – que os recomendamos que visitéis – no os podéis ir sin echar un vistazo a los frescos de Riesensaal (la Sala Grande) o los diferentes museos que alberga. Si te quedas con ganas de más, el Hofgarten es ideal para hacer un picnic o tomarse un pequeño descanso.
Está abierto de 09:00 a 17:00 y la entrada tiene un precio de 10 euros, lo que no está nada mal, así que no hay motivos para no hacerle una visita.
8. El arco del Triunfo
El arco del Triunfo (Triumphpforte) es una visita imprescindible que hacer en Innsbruck. Construido en el año 1785 para celebrar la boda entre el archiduque Leopoldo de Austria con la infanta Maria Luisa, en la actualidad da la entrada al centro histórico de Innsbruck. En ella se pueden apreciar motivos relacionados con el enlace matrimonial y también con Francisco I, padre del novio, que murió mientras terminaban de levantar la construcción.
9. La ciudad vieja de Innsbruck (Altstadt)
Ahora bien, es cierto que no es hasta que llegas al Altstadt, la ciudad vieja de Innsbruck, cuando verdaderamente te das cuenta del encanto del que goza la ciudad austriaca. En él puedes apreciar el fantástico estado de conservación en el que se encuentran sus edificios – algunos con más de 500 años de antigüedad – al tiempo que descubres sus calles medievales, estrechas y sinuosas y sus múltiples lugares de interés.
El dicho de «todos los caminos llevan a Roma» le viene a Innsbruck como un guante al dedo: vayas por donde vayas siempre acabas en Maria-Theresien-Straße, una preciosa calle (aunque para mí más bien sería un plaza), de preciosos edificios barrocos y vistas de infarto del Nordkette que más que en una ciudad te da la sensación de estar al aire libre. En el todo el protagonismo se lo lleva la columna de Santa Ana, cuyo nombre hace referencia al día en el que fueron expulsadas las últimas tropas bávaras en el marco de la guerra de sucesión española.
10. La catedral de Santiago
A pesar de que Hofkirche se lleva todos o casi todos los méritos, lo cierto es que la catedral de Santiago (Dom zu St. Jakob) es una digna contendiente a alzarse con el título de templo religioso más bonito de Innsbruck. Se trata de una iglesia barroca consagrada al culto católico levantada en el siglo XVIII, aunque la construcción actual tuvo que ser ampliamente reconstruida tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Si en su exterior no defrauda, en su interior alberga la tumba del archiduque Maximiliano III (Gran Maestre de la Orden Teutónica) y ocho campanas ornamentadas en funcionamiento que la convierten en uno de los lugares ms especiales de toda la ciudad.
11. El Bergisel Ski Jump
Y, por último, terminamos este artículo sobre las nubes con el Bergisel Ski Jump. Si alguna vez has visto a atletas olímpicos deslizarse con los esquís sobre una pasarela para coger impulso y caer sobre la nieve, el Bergisel es exactamente eso. Situada en una colina al sur de la ciudad a unos 250 metros de altura, forma parte de un conjunto de infraestructuras para la práctica de deportes de invierno diseñada por la arquitecta británico-iraquí Zaha Hadid. Puedes subir hasta él en un elevador, visitar el saltador y disfrutar de las fantásticas vistas del Nordkette y las montañas de los Alpes. Te prometo que no te arrepentirás.
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Booking.comHasta aquí ha llegado esta recopilación sobre las mejores cosas que ver en Innsbruck en dos días. ¿Te ha gustado la ciudad? Espero que, al menos, tanto como lo hizo a mí. El Tirol austriaco es un lugar muy especial, fantástico para iniciar una ruta por Austria y que ofrece algunas de las estampas más pintorescas de toda Europa. Si decides elegir este destino para tu próxima escapada, desde luego, no estás tomando una mala decisión. ¡Hasta la próxima!
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