Letonia
En 1989 más de dos millones de personas se dieron la mano para pedir el fin de la ocupación soviética formando una cadena humana de 600 kilómetros que recorrió las capitales bálticas: Tallin (Estonia), Riga (Letonia) y Vilna (Lituania). Mucho ha cambiado desde entonces: ahora son países independientes, miembros de la Unión Europea y sociedades modernas y desarrolladas. Los centros históricos de sus ciudades, sacados de las páginas de un cuento de hadas, se han ganado el respeto y la admiración de todos los turistas y la Unesco los ha reconocido como Patrimonio de la Humanidad.
Letonia no es una excepción. Su capital, Riga, combina iglesias medievales con animadas plazas, encantadoras callejuelas y una incipiente oferta cultural que pone a los países bálticos en el centro de los próximos destinos llamados a ser tendencia. Empieza por aquí y descubre las mejores cosas que ver en Riga.