República Checa
Doy fe de que en República Checa es fácil confundir realidad y ficción, que su atmósfera te embriaga hasta transportarte al escenario de un cuento de hadas. Debo reconocer, además, que no hay nada mejor que llegar a un país con las expectativas altas y que estas se vean ampliamente superadas. Este sentimiento es el que experimentarás en cuanto pises tierras checas. Comienza por Praga, la «ciudad de las cien torres», que conjuga en su interior un riquísimo patrimonio histórico con monumentos más contemporáneos, iglesias, palacios y castillos. Sin embargo, hay multitud de lugares que, fuera de la capital, se merecen una visita. Karlovy Vary, una fabulosa ciudad balneario al sur del país, Brno, la segunda urbe más poblada del país, o Cesky Krumlov, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, son algunos de sus otros reclamos.