Qué ver en Lanzarote en 4 días ¡y alucinar! (2024)

En esta ocasión nos vamos a las Islas Canarias para conocer Lanzarote, un paraíso volcánico en el océano Atlántico que nos ha cautivado por la belleza de sus playas, sus asombrosos parajes y la arquitectura tradicional de sus pequeños pueblos. En Lanzarote se suceden cuevas, volcanes, montañas y playas sin darnos una tregua para asimilar el atractivo y la singularidad de esta isla. ¡Es una auténtica pasada! ¿Vamos ya a descubrir lo mejor que ver en Lanzarote en 4 días?

Sobrecogedor resulta el paisaje lunar que nos recibe. Y qué decir de sus coquetas playas de aguas cristalinas y finas arenas doradas en las que el baño o la practica de deportes náuticos se convierten en una experiencia sublime, o sus pueblitos de casas encaladas y contraventanas azules. ¡Qué belleza! No os hacemos esperar más y os invitamos a que nos acompañéis en este recorrido por algunos de los lugares que visitar en Lanzarote que más nos han emocionado. ¿Os animáis? Pues arrancamos.

Qué ver en Lanzarote en 4 días ¡y alucinar!

1. El mirador del Río

La isla canaria nos ofrece experiencias en las que disfrutar con los cinco sentidos y una de ellas la encontramos en el municipio de Haría. El mirador del Río es uno de los sitios donde, como en tantos otros, es palpable la huella del gran César Manrique. Estamos ante una de las grandes obras del escultor, cuya entrada está custodiada por una de sus esculturas, un pez y un pájaro que reflejan el pensamiento que siempre le inspiró, la simbiosis de arte y naturaleza.

Desde aquí podemos contemplar unas vistas excepcionales de El Río, una estrecha franja de mar que da nombre al mirador y que separa Lanzarote de la isla de La Graciosa y del resto del archipiélago Chinijo, la mayor reserva marina de Europa. Hay una terraza en la parte superior desde la que hacer algunas de las mejores fotos de la isla y podéis tomar algo en la cafetería disfrutando de la impresionante panorámica a través de los enormes ventanales.

VISITAR LOS LUGARES DE INTERÉS DE LANZAROTE

El mirador del Río es uno de los siete lugares de interés de la isla que dependen del CACT (Centros de Arte, Cultura y Turismo) junto con la Casa-Museo del Campesino, el castillo de San Jose, la cueva de los Verdes, las montañas del Fuego (Timanfaya), los Jameos del Agua y el Jardín del Cactus.

Todas las visitas son de pago (menos la Casa-Museo del Campesino) y os recomendamos que saquéis las entradas una vez que ya tengas planificado vuestro viaje. Tenéis dos opciones: sacarlas individualmente (van desde los 4 euros del castillo de San José o los 5 euros del mirador del Río a los 12 euros de Timanfaya) o bien haceros con un bono, que fue la opción que nosotros elegimos y con la que ahorraréis algo:

• Bono de 3 centros (23,50 euros). 3 visitas a elegir 2 entre entre las montañas de Fuego, los Jameos del Agua y la cueva de los Verdes y 1 entre el mirador del Río y el Jardín del Cactus).
• Bono de 4 centros (29 euros). Incluye la visita a las montañas de Fuego, los Jameos del Agua y la cueva de los Verdes y una a elegir entre el mirador del Río y el jardín del Cactus.
• Bono de 6 centros (35 euros). Incluye todos los lugares que os hemos mencionado anteriormente.

2. La playa del Risco

Si hay un lugar verdaderamente espectacular que ver en Lanzarote es la playa del Risco, un auténtico paraíso, en la costa de Ye, en las faldas del volcán de La Corona. A lo largo de 500 metros se extiende una de las playas más solitarias de toda la isla. A ello contribuye su difícil acceso pues solo es posible llegar a ella en barco o caminando durante unos 40 minutos por el llamado camino de los Gracioseros. El primer tramo es el más complicado por la pendiente, por lo que es conveniente llevar calzado adecuado.

Creednos si os decimos que merece la pena, y mucho, el esfuerzo. Este es un espacio de relax para toda la familia, una playa de aguas tranquilas en el que el espectacular color turquesa del mar se alterna con los ocres y negros de la arena y las rocas volcánicas. Desde aquí hay unas vistas increíbles del risco de Famara y del conjunto de islas que forman el archipiélago Chinijo con isla de La Graciosa a la cabeza.

3. Los Jameos del Agua

Otra vez nos encontramos con la huella de César Manrique, que fue capaz de crear en 1977 un Centro de Arte, Cultura y Turismo justo en el espacio natural surgido tras la erupción del volcán de La Corona, aplicando su lema de respeto máximo a la naturaleza. Y es así como transformó una cueva en un auditorio para más de 500 personas que ofrece una acústica espectacular. Por cierto, que «jameo» es una palabra guanche que hace referencia al agujero provocado por el hundimiento del tubo volcánico.

Los Jameos del Agua están formados por el Jameo Chico, que es por donde se accede y donde se encuentra el restaurante, el Jameo Grande, que alberga la piscina, y el Jameo de la Cazuela, tras el escenario del auditorio. Lo más espectacular por su juego de luces y colores y por su gran riqueza de especies es la laguna, de unos 7 metros de profundidad y cuyo origen se debe a la filtración de agua del mar. En ella habita el símbolo y protagonista indiscutible de los jameos, el cangrejo ciego.

Hay multitud de tours y excursiones organizadas que siguen de cerca la huella de Cesar Manrique, como el tour por libre, que en un día recorre sus principales obras, el tour de Lanzarote al completo con entradas, que incluye los traslados y la entrada al Parque del Timanfaya, la cueva de los Verdes y los Jameos del Agua, o esta excursión por el norte de Lanzarote, algo más corta y perfecta si tenéis menos tiempo.

4. La cueva de los Verdes

Otro de los tesoros de Lanzarote lo descubrimos también en el municipio de Haría, al norte de la isla. La cueva de los Verdes es uno de esos parajes fascinantes que surge tras la erupción del volcán de La Corona. La cueva tiene una extensión de casi 8 kilómetros en su totalidad aunque el tramo visitable es solo de un kilómetro. Este complejo conjunto de túneles y lagunas interiores resulta verdaderamente sorprendente pues llega a alcanzar los 15 metros de ancho y 50 metros de altura.

En un principio, la cueva fue utilizada por la población como refugio para defenderse de los piratas procedentes del norte de África durante los siglos XVI y XVII. Ya en los años 60 fue acondicionada para que pudiera ser visitada, introduciendo un juego de luces y sonido ambiental que crean un espacio aún más mágico. Las labores de adaptación fueron encomendadas a Jesús Soto que, con posterioridad, se convertiría en colaborador de César Manrique, por lo que el respeto a la naturaleza es total y absoluto.

ALOJAMIENTO EN LANZAROTE

Permitidnos algunas sugerencias y recomendaciones muy personales sobre hoteles y alojamientos en Lanzarote. Huid de los resorts todo incluido, de los hoteles de cadena y abrazad espacios más singulares, respetuosos con la arquitectura local y, por supuesto, mucho más bonitos y cuidados. Abajo os dejamos las tres tres opciones diferentes que barajamos nosotros.

• Casa de las Flores – Hotel Boutique Lanzarote (€€). Estuvimos alojados aquí durante 4 noches y solo podemos contar maravillas. Está en Teguise, uno de los pueblos más bonitos de Lanzarote, y os puedo asegurar que está todo cuidado al milímetro. ¡Es una auténtica joya!
• Hotel Emblemático La Casa de los Naranjos (€€). Bueno, bonito y con excelente relación calidad-precio. Se encuentra al norte de la isla, en Haría, y ha conservado con mucho gusto el carácter tradicional de la casa señorial en la que se encuentra. ¡Un 10!
• Finca Isolina Hotel Boutique (€€). Otra de las opciones que consideramos. Está ubicado en Mácher, muy cerquita de La Guería y Puerto del Carmen. Tiene una puntuación de 9.5 en Booking, con más de quinientas valoraciones, y una excelente relación calidad-precio.

5. La Casa Museo de César Manrique

Conviene detenerse en el municipio de Haría en la Casa-Museo de César Manrique, un lugar imprescindible que ver en Lanzarote para conocer y aprender a querer la bellísima isla, y todo ello a través de la mirada del genial artista. En su proyecto más personal logró una simbiosis perfecta entre arte y paisaje y, aunque hay algunas concesiones lógicas a la funcionalidad, encontramos un ejemplo clarísimo de la arquitectura tradicional.

La Fundación César Manrique se ubica en la casa que el artista proyectó en medio de un espléndido palmeral al volver de su estancia en Nueva York. Las obras de lo que era un antiguo caserío en ruinas se iniciaron en 1986 y se convirtió en su vivienda habitual hasta su fallecimiento en 1992.

Se encuentra rodeada de una exuberante vegetación y a través de dos patios con mucho encanto se accede al interior de la casa y al taller donde trabajó los últimos de su vida. No os lo perdáis porque es una manera de conocer al César Manrique más íntimo y personal. Por cierto, el vehículo apostado en la entrada fue un encargo que le hicieron al artista.

6. La Graciosa

La Graciosa es, probablemente, una de las islas canarias que más serenidad desprende y, seguramente, la más desconocida de todas. Se encuentra encuadrada en el archipiélago Chinijo, la mayor reserva marina de Europa, y es la única poblada, apenas 700 habitantes. Es muy curiosa esta isla, sin asfaltar, con aspecto semisalvaje y repleta de senderos por los que perderse caminando o en bicicleta, la mejor manera de recorrer La Graciosa, y que además podéis alquilar allí mismo.

Es una visita que siempre recomendamos pues es muy fácil llegar desde Lanzarote desde donde sale el ferry cada media hora y apenas en 20 minutos nos deja en la principal población de la isla, Caleta de Sebo, que podíamos decir que es la «capital» de La Graciosa. Y una vez allí, podemos disfrutar de una de las imágenes más icónicas de la isla, los arcos de los Caletones, y acercarnos a la montaña Amarilla, un antiguo volcán de sugerente color que contrasta con el azul del mar.

Si lo preferís podéis simplemente relajaros o maravillaros con la riqueza biológica de la zona practicando buceo, eso ya a gusto de cada uno, en alguna de las maravillosas playas de la isla. Hay donde elegir, desde la muy concurrida playa de la Francesa a una recoleta cala, la playa de la Cocina, pasando por la salvaje playa de Baja del Ganado, el inmenso y solitario arenal de playa de las Conchas o la playa del Ámbar, rodeada de dunas.

EXCURSIÓN A LA GRACIOSA

Si tenéis tiempo suficiente en Lanzarote, os recomiendo que hagáis una pequeña excursión a La Graciosa. Podéis ir y volver en el mismo día o bien hacer noche allí (este apartamento en Caleta de Sebo está genial). En nuestro caso, hicimos ida y vuelta el mismo día porque era la primera vez que íbamos a Lanzarote y teníamos bastante que ver. Visto en perspectiva, quizás hubiésemos hecho noche, porque merece mucho la pena.

Sinceramente, no me complicaría mucho la vida y optaría por reservar directamente con Civitatis alguna de las dos opciones que tiene:

• Ferry a la isla de La Graciosa por libre. Incluye únicamente el ferry. El trayecto dura 25 minutos y eliges la ida (08:30, 10:00, 11:00, 12:00, 13:30, 16:00, 17:00 y 18:00). La vuelta puedes hacerla a la hora que quieras. Hay tiempo suficiente para visitar los principales lugares de interés, ya que las distancias son bastante reducidas.
• Excursión a La Graciosa en ferry. Además del ferry, incluye un paseo en un catamarán por las playas más aisladas de la isla, almuerzo, barra libre y el equipamiento para practicar deportes acuáticos.

7. El mirador y la playa de Famara

Nos vamos a uno de nuestros lugares favoritos que ver en Lanzarote. De la playa de Famara nos gusta todo, y es que estamos ante uno de los arenales más espectaculares de las Islas Canarias. Situada en el municipio de Teguise, del que ya os hablaremos más adelante porque también se merece una visita, la playa se extiende durante varios kilómetros desde el pueblo de La Caleta de Famara hasta las faldas del impresionante risco de Famara.

Quien dice que el paraíso no existe no conoce la playa de Famara porque aquí, sobre arena fina y dorada y rodeado de las dunas que han ido formando los vientos alisios, es posible olvidarse del mundo. Eso sí, las olas y las fuertes corrientes hacen que sea muy frecuentada por los amantes de los deportes náuticos. De todas formas, no hay de qué preocuparse pues su gran extensión hacen que nunca de la sensación de que la ocupación sea muy alta.

Y si queremos tener una visión general desde las alturas no solo de la playa de Famara sino también del archipiélago Chinijo hay que subir al mirador del risco de Famara. A 400 metros de altura, sobre un acantilado, se encuentra uno de los balcones al océano Atlántico más espectaculares de toda la isla. En días claros la vista es impresionante, con volcanes al fondo y el imponente risco a nuestros pies.

8. Punta Mujeres

Otro de los parajes naturales más increíbles que ver en Lanzarote lo encontramos en Punta Mujeres, un pequeño pueblo pesquero. Lo más interesante de Punta Mujeres, y lo que nos trae hasta aquí, son las piscinas naturales, formadas por la lava al entrar en contacto con el mar. Hay varias piscinas naturales a lo largo y ancho de Lanzarote, un fenómeno de la naturaleza que no deja de sorprendernos.

Otra de las mejores zonas de piscinas naturales es la de Los Charcones, en la zona de Playa Blanca, en la que las fuertes corrientes exigen precaución. En el caso de Punta Mujeres tienen la ventaja de su fácil acceso, su escasa aglomeración y la tranquilidad de sus aguas que las hacen aptas para toda la familia. Y cerca de las Salinas del Janubio también podemos contemplar la fuerza con la que el agua del mar choca contra las formas caprichosas de las rocas en la zona conocida como Los Hervideros, ¡impresionante!

9. La ciudad estratificada

Uno de los lugares que ver en Lanzarote que no suele aparecer en las guías especializadas es la ciudad estratificada, situada entre Guatiza y Teguise, frente al barranco de las Piletas. No es un imprescindible, pero si estáis por la zona merece la pena detenerse ante él.

La principal característica de este paisaje tan original y diferente son las insólitas figuras creadas a golpe de erosión de las rocas volcánicas, y en las que también ha intervenido la mano del hombre pues de aquí se extraía el rofe, la arena volcánica que era utilizada para los campos de cultivo.

10. Teguise

Si hay un pueblo bonito que ver en Lanzarote ese es Teguise. Fue la capital de la isla hasta 1852, año en que fue sustituido por Arrecife. Incluido en la asociación de Los Pueblos más Bonitos de España y declarado Conjunto Histórico-Artístico, su rico pasado, noble y señorial, convierten su casco histórico en un espacio agradable y acogedor que se merece que lo recorramos con calma.

Apetece pasear por sus calles empedradas y descubrir su arquitectura tradicional magníficamente conservada. Lo que más nos gusta es la calma y la paz que aquí se respira. Podéis aprovechar para visitar su patrimonio histórico en el que destaca la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, levantada en el siglo XV, que sobresale con su alta torre de piedra roja, y el palacio Spínola, una casa señorial del siglo XVIII reconvertida en museo.

Por otro lado, Teguise se pone muy animado los domingos con uno de los mercadillos más populares de las Islas Canarias, en los que se venden productos artesanales, quesos y vinos. Y para iniciar el día con un desayuno rico o hacer un parada para almorzar, Mura es un pequeño local en el que hay que probar sus deliciosos sandwiches y tartas. Ojo porque cierra pronto. Por lo demás, también recomendaros de primerísima mano este free tour por Teguise, con un guía que era una auténtica gozada.

11. El Jardín de Cactus

En el mismo municipio de Teguise descubrimos la última gran obra de César Manrique en Lanzarote, que rehabilitó una zona de gran valor paisajístico que se encontraba abandonada consiguiendo crean un espacio exuberante en medio de la roca volcánica. Se plantaron en torno a 4.500 ejemplares de cactus procedentes de los cinco continentes que, a modo de esculturas, consiguen la perfecta simbiosis entre arte y naturaleza, plasmando así el espíritu que inspiró toda la obra del genial artista.

Los hay de todas las formas, grandes y pequeños. No hay que perderse el cactus de más de 8 metros de altura que preside la entrada al jardín, los inmensos cactus «cojines de suegra», el primer cactus que se plantó que veréis delante de la tienda, el estanque con su variedad de peces naranjas, las escaleras en espiral y el molino de Guatiza en la parte alta.

12. El monumento al Campesino

Nos detenemos en el municipio de San Bartolomé atraídos por la escultura conocida como monumento al Campesino o monumento a la Fecundidad. La obra de César Manrique es omnipresente en la isla y, como no, también en esta construcción vanguardista de más de 15 metros de altura que se ha convertido en uno de los lugares más icónicos y fotografiados de Lanzarote.

Este monumento está encuadrado en un proyecto más amplio, la Casa-Museo del Campesino que pretende ser un homenaje a los campesinos de Lanzarote que, con tanto esfuerzo, cultivaron esta tierra volcánica. Para ello, César Manrique ideó varias edificaciones que nos muestran como era una vivienda tradicional y el cuarto de aperos en el que se exhiben algunos de ellos, y la plaza de los Artesanos en la que nos muestran las técnicas tradicionales y venden sus productos.

CÓMO LLEGAR A LANZAROTE

Hay dos formas de llegar a Lanzarote. La primera de ellas es desde Fuerteventura. El puerto de Corralejo une esta isla con Playa Blanca, en Lanzarote, con más de 25 salidas diarias. La duración del viaje no llega a los 30 minutos y el trayecto ronda los 25 euros. Podéis consultarlos en el comparador de Directferries.com

La segunda opción (y la más común) es en avión. El aeropuerto de Lanzarote (el único de la isla) conecta prácticamente todas las ciudades más importantes de España durante todo el año. Los precios son bastante buenos, aunque no te olvides de reservar siempre con la mayor antelación posible. Nosotros siempre recurrimos al comparador de Skyscanner que suelen tener los mejores precios.

13. El Parque Natural de los Volcanes

Uno de los lugares más impresionantes que ver en Lanzarote es el Parque Natural de los Volcanes, que se extiende por los municipios de Tinajo, Tías y Yaiza. Un espacio de origen volcánico y escasa vegetación en el que la lava ha ido moldeando el terreno, que linda con el Parque Nacional de Timanfaya y el paisaje protegido de La Geria. Lo primero que nos llama la atención en medio de este terreno pedregoso es la sinfonía de colores que confluyen, rojos, negros y ocres.

Os recomendamos que os pertrechéis de calzado cómodo y os dispongáis a recorrer este paraje tan insólito siguiendo alguna de las rutas de senderismo, la única dificultad es que hay que caminar sobre los lapilli, los fragmentos que expulsan los volcanes durante una erupción. Así descubrimos la caldera Blanca, uno de los volcanes más espectaculares del Parque Natural de los Volcanes, la montaña Colorada, que debe su nombre a la oxidación de las rocas volcánicas, ricas en hierro, la montaña Negra y el volcán del Cuervo.

Podéis buscar una buena ruta en Wikiloc (como esta por Caldera Colorada o esta otra ruta por los tres volcanes), que fue lo que nosotros hicimos y, ¡superrecomendable! También tenéis en Civitatis esta ruta de senderismo por el Parque Natural de los Volcanes, algo más corta (unas 3 horas de duración) y acompañados por un guía. Si queréis algo más original, también ofrecen un tour en buggy y senderismo por el Parque Natural de los Volcanes.

14. El Parque Nacional de Timanfaya

Uno de los mayores tesoros que ver en Lanzarote se sitúa en los municipios de Tinajo y Yaiza. El Parque Nacional de Timanfaya es un espacio natural protegido cuyo origen se remonta a las erupciones volcánicas que se produjeron en 1730, y que duraron hasta 1736. La lava se extendió por una cuarta parte de la isla y las cenizas volcánicas modificaron por completo su paisaje. ¿Lo más impactante? La paleta de colores rojizos, ocres y negros que surgen en medio de un paraje sin vegetación, tan árido.

En el Parque Nacional de Timanfaya, cuya entrada custodia la escultura del Diablo de Timanfaya, se concentran 25 volcanes entre los que destacan la montaña Rajada y las montañas de Fuego. Desde estas últimas parte la ruta de los Volcanes, ideada por César Manrique, un recorrido de 14 kilómetros en autobús que es la mejor manera de conocer el parque. En el islote de Hilario, la zona más caliente de Lanzarote, podemos asistir a demostraciones en las que el agua fluye como si se tratara de un geiser.

También se puede realizar un pequeño paseo en dromedario desde el echadero de Camellos. Si preferís ir a vuestro aire existen algunas pistas, cuidado porque no se puede transitar fuera de ellas, en las que practicar senderismo a la vez que disfrutáis del espectacular paisaje volcánico. En cualquier caso, es muy importante que tengáis en cuenta que se forman largas colas para acceder al parque así que es interesante llegar temprano.

CÓMO MOVERSE POR LANZAROTE

Voy directo al grano: necesitáis un coche de alquiler sí o sí. Es la forma más cómoda, todos lugares de interés cuentan con espacio de parking y, aunque las distancias no son largas, os permitirá llegar a cualquier sitio en un santiamén. Además, los precios son bastante asequibles. En nuestro caso, reservamos con CICAR, son los más baratos, aunque podéis echar un vistazo a nuestro comparador de coches de alquiler.

Si a pesar de todo, no tenéis posibilidad de haceros con un coche, la mejor opción para visitar la isla es buscar una población que se encuentre céntrica, como Puerto del Carmen o Arrecife, tomarla como vuestro centro de operaciones y, desde ahí, realizar algunas actividades organizadas. También podéis reservar los traslados desde y hacia el aeropuerto de Lanzarote.

15. Las grietas

Hay una visita que no os llevará mucho tiempo pero que se merece una parada porque es uno de esos fenómenos de la naturaleza que te dejan boquiabierto. Entre las localidades de San Bartolomé y Tías nos detenemos en la grieta de Montaña Blanca. Se trata en realidad de tres grietas que se han formado en la ladera del volcán de Montaña Blanca, a 600 metros de altura.

Pero tranquilos porque no hay ninguna dificultad para llegar hasta ellas. Atravesamos la grieta principal pues tiene hasta 20 metros de ancho, vemos las capas de lava de las distintas erupciones y la foto chula está asegurada. El sitio es espectacular, ¡no os lo perdáis!

16. La Geria

Casi no nos movemos de donde estamos pues a los pies del mismo Timanfaya se extiende una zona conocida como el valle de La Geria. En esta tierra, baldía tras las erupciones volcánicas, los lanzaroteños han conseguido cultivar las vides creando para ello un ingenioso sistema que utiliza los hoyos o gerias rodeados de una pared de piedra que las protege frente a los vientos alisos.

Ello ha permitido que el valle de La Geria se convierta en la zona vitivinícola por excelencia de Lanzarote, que se extiende desde el Parque Nacional de Timanfaya al monumento al Campesino. Os recomendamos que visitéis alguna de las numerosas bodegas que existen, como Bodega La Geria, una de las más visitadas de España, Bodega Vega de Yuco o Bodegas El Grifo, la más antigua de Canarias. ¡No perdáis la oportunidad de disfrutar de un paisaje excepcional y probar un delicioso vino conejero!

4 RESTAURANTES PARA DISFRUTAR DE LA GASTRONOMÍA LANZAROTEÑA

Los que nos conocéis un poco sabréis que somos amantes de la gastronomía y siempre que viajamos intentamos degustar los productos típicos como forma de acercarnos a la cultura local. Y dejadnos deciros que Lanzarote tiene muchos motivos para presumir. El gofio, los quesos de cabra, las papas arrugás, el mojo picón, el vino, los productos del mar… ¡qué pasada!

Nos tomamos estas líneas para recomendaros 4 restaurantes que tuvimos la suerte de visitar en nuestra escapada por Lanzarote y que os recomendaríamos una y mil veces. Os hablamos de SeBE, en Costa Teguise y especializado en arroces, Tacande, en Haría, Majo Picón en Tinajo y Citurna Casual Food en Playa Blanca.

17. Playas del sur (Papagayo, de la Cera, del Pozo y Mujeres)

Al sur de la isla de Lanzarote, en el municipio de Playa Blanca, se extiende un conjunto de playas conocidas como playas de Papagayo que toman su nombre de un pequeño cabo denominado punta de papagayo. Hasta ellas podéis llegar por mar o por carretera pero, tened en cuenta que, si accedéis en coche hay que pagar una tasa de tres euros, por estar situadas en la costa del Rubicón, dentro del monumento natural de los Ajaches, y gozar, por tanto, de una protección especial.

Entre estas pequeñas calas sobresale la playa de Papagayo, un lugar que ver en Lanzarote que tenéis que visitar si o si. Sorprenden entre acantilados sus aguas tranquilas y sus tonalidades que, entre verdes y azules, son una invitación a darse un baño, tomar el sol o practicar deportes acuáticos, desde kayak y snorkel, a parasailing, motos de agua o paddle surf. ¡Las opciones son muchas!

Por cierto, aquí los atardeceres son mágicos. Si queréis disponer de algo más de espacio, os proponemos playa Mujeres, que con sus 400 metros es la más extensa de las playas de Papagayo y también la más cercana a la población de Playa Blanca. Si tuviésemos que quedarnos con una, seguramente sería con esta. De todas formas, en nuestro post sobre las mejores playas de Lanzarote os lo contamos todo.

Vecina a playa de Papagayo es la playa de la Cera o Cerita, una cala de apenas 150 metros que está menos concurrida y comparte con aquella los escasos equipamientos de que dispone. Y para no dejarnos ninguna atrás, os dejamos citadas la playa de la Cruz, la playa Puerto Muelas, junto a un camping, el caletón del Cobre y el caletón de San Marcial, ambas de difícil acceso y en las que abundan las rocas.

18. El charco de los Clicos

Una de las imágenes más impactantes de Lanzarote y una de las más fotografiadas, es la que nos ofrece el charco de los Clicos. Está situado en la pequeña población de El Golfo y, al formar parte del Parque Natural de los Volcanes, dentro del ámbito del Parque Nacional de Timanfaya, goza de una protección especial. La laguna no es sino el cráter de un volcán que se halla sumergido en las aguas del océano Atlántico con el que se encuentra conectado a través de filtraciones subterráneas.

El charco de los Clicos o charco Verde, como también es conocido, se encuentra separado de la playa del Golfo, de arena y guijarros, apenas 100 metros. ¿Lo que más nos gusta de este lugar? Pues, sin duda alguna, el contraste cromático entre el intenso color verde de la laguna, que se debe a las abundantes algas que en ella habitan, el azul del mar, y el negro de la playa. Un juego de colores que convierten al charco de los Clicos en uno de los lugares imprescindibles que ver en Lanzarote.

¡MÁS COSAS QUE HACER EN LANZAROTE!

Hay dos actividades que nos han parecido muy chulas y que nos nos resistimos a dejaros reseñadas. Por un lado, una Excursión por el sur de Lanzarote que realiza la ruta de los Volcanes, discurre por La Geria, el charco de los Clicos y la laguna Verde. Y por otro, si disponéis de poco tiempo, una Excursión de medio día por el sur de Lanzarote, de menor duración. Ambas son muy recomendables.

19. Arrecife

Y ya que estamos en Lanzarote, no está de más que nos demos una vuelta por la capital de la isla desde 1847, Arrecife. El carácter defensivo de la ciudad se pone de manifiesto en el castillo de San Gabriel, del siglo XVI, que en la actualidad alberga el Museo de la Historia de Arrecife, al que se llega cruzando los 175 metros del puente de las Bolas.

Tampoco os podéis perder el castillo de San José, otro de los imprescindibles de la ciudad y que en la actualidad acoge el Museo Internacional de Arte Contemporáneo (MIAC). Y si hablamos de patrimonio religioso, hay que visitar la iglesia de San Ginés que sobresale con su torre cuadrada. Si os apetece daros un chapuzón, nada como la playa El Reducto, de aguas tranquilas y arena fina, que se extiende a lo largo del paseo marítimo.

Otro de los lugares con más encanto es el charco de San Ginés, un entrante de agua de mar en pleno corazón de Arrecife que fue remodelado por el gran César Manrique. Y por último, resulta muy agradable darse un paseo por el nuevo puerto deportivo Marina Lanzarote en el que se alternan tiendas con locales de restauración. Si tenéis tiempo, siempre podéis hacer también un free tour por Arrecife.

20. La playa de Montaña Bermeja

Hay muchas playas que ver en Lanzarote pero sentimos que la playa de Montaña Bermeja desprende una energía que la hace especial. Para empezar, hemos de situarnos entre el charco de los Clicos en el municipio de El Golfo y los Jameos del Agua pues ahí se encuentra esta playa, de fácil acceso, que se ha mantenido prácticamente virgen por la declaración de zona protegida. Estos factores han contribuido a que tenga un nivel de ocupación muy bajo.

Hay que tener precaución con el fuerte oleaje de esta playa nudista, que la hace ser frecuentada por los aficionados al surf. Por lo demás, es posible disfrutar de un paisaje que parece sacado de otro planeta, una explosión de colores en la que se combinan el azul del mar, el negro de la arena volcánica y, al fondo, el rojo de la montaña Bermeja. Y si de día es un gustazo tumbarse a tomar el sol en calma total, no os podéis imaginar la belleza de los atardeceres, ¡no os los perdáis!

¿EXCURSIÓN A FUERTEVENTURA?

Como se puede deducir de este reportaje, hay lugares que visitar en Lanzarote para dar y regalar. Ahora bien, si tienes tiempo suficiente y quieres hacer una excursión, la opción más recomendable es la de Fuerteventura. ¿Por qué? Principalmente por su cercanía, pero también por la cantidad de atractivos que tiene esta otra isla canaria. ¡Te cuento un poco como la organicé yo!

• ¿Cómo llegar a Fuerteventura desde Lanzarote? Hay ferries todos los días que comunican Playa Blanca con Corralejo. Operan durante prácticamente todo el día y los precios rondan los 35 euros ida y vuelta. El trayecto dura unos 35 minutos. Puedes sacar los tickets en Civitatis o bien utilizar el comparador de Directferries, suele ser algo más barato.
• ¿Cuánto tiempo en Fuerteventura? Mi sugerencia es que hagáis lo que hicimos nosotros: ida y vuelta el mismo día, principalmente porque Fuerteventura cuenta con mil atractivos y sería una pena visitarlos rápido y con prisas. Y así tenéis una excusa perfecta para volver a las Islas Canarias.
• ¿Qué hay que ver en Fuerteventura? Te recomiendo que te centres en visitar las dunas del Parque Natural de Corralejo y sus playas adyacentes y la isla de Lobos. Lo podéis hacer por libre o bien reservar esta excursión por Corralejo y la Isla de Lobos o esta otra excursión por Fuerteventura al completo
• ¡Ojito con la isla de Lobos! Se trata de un espacio protegido, cuya entrada esta limitada por el Cabildo de Fuerteventura (400 personas, repartidas en 200 en un turno de mañana y otras 200 en un turno de tarde). Necesitarás un permiso expedido por el Cabildo, que puedes sacar tres días antes, con acceso bien por la mañana o bien por la tarde.

Mapa de las mejores cosas que ver en Lanzarote

Como siempre, a continuación tenéis un mapa con todas las recomendaciones que visitar en Lanzarote que os hemos dejado en líneas anteriores. Están divididas por colores, para que puedas ubicarlos fácilmente. Por otro lado, si tenéis cualquier duda o sugerencia, no dudes en escribirme y te responderé lo antes posible.

Preguntas frecuentes sobre qué ver en Lanzarote

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Nos despedimos ya de la isla conejera todavía sobrecogidos por la insólita belleza que hemos descubierto. Desde que aterrizamos en Lanzarote no ha dejado de sorprendernos esta tierra de fuego y volcanes bañada por el océano Atlántico, en la que la fuerza de la naturaleza se muestra en su máximo esplendor. Una joya del archipiélago canario que, para qué negarlo, nos ha cautivado. Y es que hay lugares que ejercen una especial atracción, nunca te quieres ir y siempre deseas volver.

Por sus increíbles paisajes, sus idílicas playas, la arquitectura tradicional de sus pueblos, su gastronomía llena de sabores auténticos y ese clima que es una auténtica bendición y la convierten en un paraíso en la tierra. ¿Os ha gustado tanto como a nosotros? Ojalá hayamos conseguido transmitiros nuestro entusiasmo y os animéis a hacer una escapada. Mientras tanto, os invitamos a que echéis un vistazo al post que hemos dedicado a las mejores playas de Lanzarote. Como siempre, ¡os esperamos!